La prestigiosa Casa Bonay se embarcó en un proyecto de renovación integral para mantener su estatus como uno de los destinos más elegantes de la ciudad.

En el dinámico paisaje industrial de Barcelona, una empresa especializada en el cultivo de semillas se enfrentaba a un desafío fundamental: la necesidad de un pavimento resistente y duradero para sus instalaciones. Con la actividad constante y la manipulación de equipos pesados, era crucial contar con una superficie que pudiera soportar las demandas diarias sin comprometer la seguridad ni la eficiencia.